La agricultura irrigada monzónica se vincula a las grandes precipitaciones producidas por los vientos monzones. Se localiza en el este de China, el sudeste asiático y la costa este de la India. Las lluvias causadas por los monzones provocan que grandes zonas queden inundadas y se conviertan en terrenos de cultivo, idóneos para el arroz, una planta de la que se obtienen dos cosechas, una en verano y otra en invierno, y que tiene un extraordinario rendimiento por superficie cultivada, lo que permite alimentar a un gran volumen de población. Por ello, el arrozal es el paisaje agrario característico del Asia monzónica.
El Asia monzónica tiene una densidad de población muy elevada, lo que lleva a que se cultive la totalidad de la tierra disponible. Se llega incluso a aprovechar los desniveles del terreno, cultivando mediante bancales, para obtener el máximo rendimiento posible del terreno. El paisaje se parece a un tablero de ajedrez: está constituido por multitud de pequeñas parcelas cuadradas, separadas por diques y acequias para el riego, que se utilizan también como senderos. En el caso en el que se realice abancalamiento las parcelas pasan a tener formas irregulares.
El cultivo del arroz
- Al comienzo de la estación húmeda el campesino prepara la tierra. Por otra parte, unas semanas antes ha sembrado arroz en un semillero.
- Durante el monzón húmedo, las mujeres arrancan las plantas de arroz del plante y las trasplantan en el arrozal.
- Una vez plantado el arroz, hay que mantener el nivel de agua. La inundación se realiza por gravedad.
- Con la llegada del monzón seco, cuando el arroz está maduro, se recoge la cosecha. La siega se realiza de forma manual, con una hoz. Después, se trilla, con bueyes o búfalos.
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